domingo, 26 de septiembre de 2010

El INDEC y la crisis de confiabilidad

26/09/10

Por
Ismael Bermúdez


El INDEC va a realizar el 27 de octubre próximo el Censo de Población, Hogares y Viviendas cuando la confianza de la sociedad en el Instituto Estadístico es bajísima, por no decir nula.

En su reciente evaluación, el Comité Académico de Evaluación y Seguimiento (CAES) del INDEC de las cinco universidades nacionales designadas por el propio Gobierno dice que “la pérdida de credibilidad del organismo estadístico es un hecho incontrastable y trasciende las metodologías empleadas. Simplemente los agentes sociales y económicos que toman decisiones usando información no confían en las estadísticas generadas por el Instituto”. Y agrega que este descrédito “se ha dado paralelamente con un deterioro en el funcionamiento del Instituto y con la pérdida de valiosos recursos humanos debido a alejamientos y desplazamientos de carácter involuntario”.

Esta descripción, más que realista, indica que el censo no va a realizarse en el clima de confianza que requiere una convocatoria a más de 41 millones de personas para que, aunque sea en forma anónima, suministren todo tipo de información a los censistas. Y tampoco garantiza que esa información sea luego procesada con el rigor técnico que merece.

Más grave es que desde distintos sectores académicos y parlamentarios se fue advirtiendo de esta situación a tal punto que hay proyectos de ley que plantean suspender la realización del Censo. También, aunque no figuraba en su agenda, el CAES “incluyó este tema en todas las demandas de información al INDEC atento a la importancia que el mismo tiene por tratarse de un relevamiento que se realiza una vez cada 10 años y que constituye el marco de referencia de todas las estadísticas socioeconómicas y demográficas que se elaboran en el país, no sólo a nivel nacional sino también el provincial y local”. El CAES luego formuló objeciones y recomendaciones, que no fueron tomadas en cuenta.

Así, se corre el gran riesgo que se dilapide el enorme esfuerzo humano y económico (el costo presupuestado es de $ 303 millones más el feriado). Y que como, sucede actualmente con el Índice de Precios al Consumidor y otras estadísticas, por una mala preparación, una deficiente recolección de los datos y la manipulación de los resultados se concluya, en lo que advierte el CAES: “en una gravosa carga para las generaciones futuras quienes no podrán contar con un registro histórico confiable de la Nación y su evolución”.

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