lunes, 11 de octubre de 2010

82% móvil

El 82% móvil está registrado en la memoria
previsional a partir de 1958. Entonces se
sancionó la ley 14.499, luego que la Convención
Constituyente de 1957 fijara que las jubilaciones
y pensiones debían ser “integrales” y
“móviles”.
Como la jubilación es un salario diferido -
en parte financiado por el propio trabajador
con su aporte a lo largo de su vida activa- el
principio que lo guía es que el jubilado pueda
mantener el nivel de vida que tuvo en los últimos
años de vida activa. Se fijó en el 82%
porque equivale al ingreso de bolsillo del trabajador
activo, una vez descontados los aportes
a la Seguridad Social. Y móvil para asegurar
su continuidad y actualización.
Aún así, los distintos gobiernos no sólo
no fueron cumpliendo con esa norma sino
que lanzaron una batería de medidas que lo
pulverizaron.
A eso se agregó que los enormes superávit
de las cajas acumulados en los años 50 y 60,
que estaban invertidos en bonos del Estado -
llegaron a representar casi el 50% del Producto
Bruto Interno (PBI)- fueron usados para
financiar los rojos del mismo Estado y licuados
por la inflación.
Lo que vino después es más conocido. La
reforma de 1994, además de instalar un régimen
privado, no dejó en el sistema público ni
rastros del 82% ni de la movilidad. Luego, en
2001, apareció el recorte del 13%.
Después, las jubilaciones quedaron demolidas
por la inflación. Y si bien el gobierno
fue subiendo el haber mínimo, reestatizó el
sistema y otorgó la jubilación por moratoria,
no recompuso los haberes, achatándolos a tal
punto que hoy tres de cada cuatro jubilados
cobra apenas el haber mínimo de 1.046 pesos mensuales. ◗

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