domingo, 11 de julio de 2010

SALARIOS BAJO CONTROL

Por
ISMAEL BERMUDEZ

10-7-2010
Revista Ñ

Un estudio aborda, con diferentes ópticas,
la conflictiva situación del trabajador
sometido a un estado de precarización
comparable al de los 90


“La Nueva Dinámica de las Relaciones Laborales en la Argentina”, una recopilación de textos dirigida por Héctor Palomino (Director de Estudios de Relaciones del Trabajo del Ministerio de Trabajo) plantea que existe hoy en la Argentina “un nuevo régimen de empleo” que revirtió la tendencia de precarización prevaleciente en la década pasada. Y basa esta tesis en que luego de la crisis 2001/02, la expansión del empleo permitió incorporar a los desocupados, sustituir el empleo informal por el formal, elevar el salario mínimo, ampliar las negociaciones de los convenios colectivos de trabajo e incrementar la participación del salario en el ingreso total.
Lo llamativo es que la recopilación incluye estudios sectoriales que contradicen esa tesis. En “El trabajo en el Comercio de Indumentaria en Ferias” se admite que el sector es emblemático por la magnitud del trabajo informal y que en esas Ferias, caso La Salada, el “la protección social de los trabajadores, en general, se encuentra ausente”.
Otro Estudio se refiere a la “Flexibilidad Laboral y Call Centers” donde se detalla “la extensión de la tercerización y subcontratación” con la mayor parte de esos trabajadores cobrando apenas el salario mínimo.
En el texto sobre el sector Alimenticio se reconoce que en el sector de Panaderías la informalidad en el sector “es grave”. “Representantes legales del sindicato sostienen que el trabajo en negro alcanza un 40% en la Provincia de Buenos Aires y un 45% en todo el país”. En el sector aceitero se admite que “desde el sindicato se denuncia que el personal tercerizado tiene un 40 y un 50% del salario “en negro”.
El análisis global insiste, ¡todavía! en comparar la actual situación con la que prevalecía en 2002 e incluso respecto de 1997-2001 cuando el proceso de derrumbe de la convertibilidad ya era irreversible. Y omite señalar que, luego de 9 años de la crisis, el panorama laboral y social sigue siendo más que preocupante con muchos indicadores por debajo de la media de los 90.
Hoy en la Argentina rige un “régimen de empleo” asistido -- con planes informales (caso las cooperativas de Argentina Trabajo) y con los Repro de hasta $ 600 para las empresas en crisis-- con un despoblamiento del campo como consecuencia de la sojización, una industria de ensamblado, que va de autos a celulares, que emplea menos trabajadores que 15 años atrás (6% menos, según el INDEC) y una relativa mayor ocupación en la construcción por la obra pública y la fuerte especulación inmobiliaria. Así, el empleo en la Argentina es mayoritariamente de servicios con salarios bajos (los básicos mínimos de convenio apenas superan los $ 2.000) y una extendida informalidad.
Los últimos datos oficiales (I Trimestre 2010) indican que el empleo no registrado del 34,6% representa una baja respecto de los altos guarismos de 1997-2003, pero aún son muy superiores al 25% de comienzos de los 90 o al 30/33% de la primera mitad del menemismo. El salario mínimo – de $ 1.500 – representa menos de la mitad del costo de una canasta familiar, valuada entre $ 3.200 y $ 3.800. Y a pesar de las negociaciones salariales, el 60% de los trabajadores formales cobraba menos de $ 2.000, antes del inicio de las paritarias 2010. Las últimas negociaciones salariales no lograron revertir esta situación sino más bien la ahondaron ya que los incrementos logrados fueron inferiores a la inflación real o verdadera (entre 22 y 25% en los últimos 12 meses, según los Institutos oficiales provinciales).
Todos estos datos son oficiales ya que las mediciones que cuestionan a las del INDEC – el Área de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) fue intervenida --señalan que el desempleo actual rondaría el 12% y el trabajo precario e “indecente” superaría el 60% de la población activa. El Observatorio Social de la UCA, considerando a asalariados y cuentapropistas, ubica el empleo en negro en el 53,6%.
La legislación laboral, sindical y de obras sociales se ha mantenido sin cambios o con modificaciones marginales. La falta de democracia sindical y la reelección indefinida de autoridades en los sindicatos sigue perpetuando, en muchos casos más de 30 años, a la misma casta dirigente. Y ante el cierre de los mercados de créditos internacionales, se recurrió a la estatización del sistema se jubilaciones no para restablecer el 82% móvil sino para cubrir el déficit fiscal y financiar el pago de la deuda, mientras las jubilaciones siguen achatadas con el 75% de los jubilaciones en el haber mínimo de $ 895 y un haber promedio que no llega al 40% del sueldo medio.

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