domingo, 3 de julio de 2011

Récord de dólares “debajo del colchón” o en bancos del exterior

2-7-2011
Ya suman 147.495 millones de dólares. El monto quintuplica las inversiones que las empresas locales mantienen en otros países.

Por Ismael Bermúdez

Los ahorros que los argentinos o empresas argentinas tienen bajo el colchón, en cajas de seguridad o en el exterior ya suman U$S 147.495 millones, de acuerdo a las estimaciones de la balanza de pagos del Indec del primer trimestre de 2011. Se trata de una cifra récord que equivale a más del 40% del PBI argentino.

En tanto, en ese mismo momento, a fines de marzo de 2011 las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), totalizaron U$S 51.298 millones. De aquí se infiere que los activos externos de los argentinos casi triplican las divisas existentes en las arcas del BCRA y superan también la deuda externa (pública y privada) estimada en U$S 130.827 millones.

Además, esos activos quintuplican las inversiones que las empresas argentinas mantienen en el exterior y que, a marzo de 2011, sumaban U$S 29.289 millones.

Solamente en los últimos 27 meses, a pesar de la caída de los rendimientos financieros en el exterior y la volatilidad financiera internacional, la cuenta de los argentinos se incrementó en U$S 26.500 millones. Esta intensa fuga de divisas se financió con los excedentes del comercio exterior, obtenidos en gran parte por los altos precios internacionales.

No obstante, si bien continúa la alta valoración de las exportaciones argentinas, el fuerte incremento de las importaciones está achicando el superávit comercial, de donde se nutren las divisas que financian toda la economía.

Así las cosas, en el último período “se fueron” en promedio la friolera de unos U$S 1.000 millones mensuales. Eso determinó que las reservas del BCRA crecieran menos de lo esperado y hasta cerraran con un cierto retroceso.

Por ejemplo, “a fines de marzo de 2011 las reservas internacionales del BCRA, sumaron U$S 51.298 millones, con una reducción respecto del trimestre anterior de U$S 891 millones”, según el informe oficial.

Según el Banco Central, “las compras netas de billetes en moneda extranjera por parte de residentes totalizaron U$S 2.877 millones en el trimestre, unos U$S 1.000 millones más que lo observado en el último trimestre de 2010, pero U$S 100 millones menos que en igual período del año anterior”.

Por su parte, “los fondos de libre disponibilidad que son transferidos a cuentas en el exterior de residentes, totalizaron U$S 825 millones en el trimestre. También se observó un incremento respecto a los trimestres anteriores”.

Esta tendencia se aceleró en los meses posteriores. De acuerdo a la consultora ACM, la fuga de divisas se profundizó en los últimos tres meses. “En este sentido, la salida de capitales no muestra señales de desaceleración y, según nuestras estimaciones, se habría incrementado durante mayo (U$S 2.350 millones vs. U$S 1.225 millones promedio del primer trimestre)”. Y agrega: “En la previa del ciclo electoral, los riesgos parecen estar más concentrados hacia la profundización del desdoblamiento del mercado de cambios, aceleración en la salida de capitales mediante. De hecho la coyuntura internacional, marcada por los problemas de la periferia europea (con Grecia a la cabeza), sumada al débil crecimiento de la actividad económica en Estados Unidos, no aportan un panorama positivo en este sentido, pudiendo ser fuentes de nuevas oleadas de volatilidad, agudizando a nivel local la salida de capitales”.

De este modo, ni el crecimiento económico doméstico continuo de los últimos años ni la situación financiera externa, más que volátil, fueron factores que disuadieron a que los argentinos continuaran ahorrando fuera del sistema local. Más que una ausencia o retracción de la inversión extranjera, los propios argentinos son un factor clave de la desinversión doméstica, a lo que se agrega la elusión fiscal porque la mayoría de esos fondos no están declarados.

A la salida de capitales -que este año se estima que superará el récord anterior de 2009- se agregan los pagos de intereses y los giros de utilidades y dividendos de las filiales a las casas matrices que siguieron siendo transferidos al exterior, no obstante las restricciones impuestas por distintas dependencias oficiales.

Si bien son pagos normales, habituales y legales, sus giros -de entre U$S 7.000 millones a U$S 8.000 millones anuales- impactan sobre el saldo de la cuenta corriente y sobre las reservas. Se trata además de cifras que están en ascenso por las mayores ganancias empresarias, porque muy pocas de esas utilidades se reinvierten y por la regularización de la deuda pública.

Este año esta cuenta tendrá una incidencia mayor por la cancelación del cupón PBI que, se estima, en su mayor parte, no sería reinvertida en el país y por el atraso del tipo de cambio, que agranda las utilidades empresarias en dólares.

También impactará en forma negativa sobre las reservas el cronograma de pagos de la deuda con el Club de París que se estima ronda los U$S 9.000 millones. El “consuelo” es que no se trata de una tendencia reciente. El balance post 2001 muestra un incremento de las tenencias externas de los argentinos del orden de los U$S 65.000 millones, generadas en su mayoría a partir de 2007.

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