domingo, 30 de mayo de 2010

EL VERDADERO DEFICIT FISCAL

Las cuentas públicas están cada vez más “en rojo”: sin el maquillaje de los ingresos extraordinarios del Banco Central y de los intereses del Fondo de la ANSeS, en los primeros 4 meses de 2010 y después del pago de los intereses, el sector público acumula un déficit financiero de $ 6.232 millones, cinco veces superior al de igual período del año pasado.
Aún incorporando los fondos del BCRA y de la ANSeS, y un saldo remanente de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, el “rojo” del primer cuatrimestre ronda los $ 2.100 millones, un 175% superior al de los primeros cuatro meses de 2009.
En realidad, el déficit financiero propio del Tesoro entre enero y abril sumó $ 5.230 millones, pero se redujo a $ 2.100 millones por el superávit de las cuentas de la Seguridad Social que de este modo siguió financiando los desequilibrios de Hacienda.
Con todo, estos números no son definitivos porque habría que sumar los gastos que se están cubriendo con bonos, como las cancelaciones de juicios, los intereses del período que se capitalizan y el ajuste del CER, lo que agranda el agujero fiscal y la deuda pública.
Como señala Alcides Saldivia, ex Subdirector de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía de la Nación, “dado que el nivel de endeudamiento es actualmente el concepto más relevante de la situación fiscal del Estado, hay que analizar en qué medida los indicadores Resultado Primario y Resultado Financiero reflejan el endeudamiento en que incurre el sector público. El Resultado Financiero deja fuera de su cálculo la IFN - Inversión Financiera Neta (queda “debajo de la línea”), ítem de gran envergadura y el Resultado Primario está todavía más alejado porque, además de la IFN, deja afuera los intereses de la deuda. En síntesis, el déficit fiscal tal como se lo mide actualmente (Resultado Financiero) es una mala aproximación a la medición del endeudamiento en que incurre el gobierno, y el Resultado Primario lo es más aún”. “Por ello, agrega Saldivia - es necesario pasar a otro indicador presupuestario de déficit fiscal, que sea más atinente a la variación de la deuda pública y ese indicador es el Endeudamiento Neto”, que sigue creciendo muy por encima del déficit financiero.
No obstante, y con esas limitaciones, según Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentina de Análisis Fiscal (IARAF), “en abril el gasto creció algo menos pero sigue orillando en el primer cuatrimestre un crecimiento interanual del 32%. También en abril hubo un descenso de las transferencias corrientes y de capital a las provincias aribuible a que el fuerte incremento del Fondo Sojero posibilitó un menor envío de las otras transferencias a las provincias”. Argañaraz agrega que “si se proyectaran las cifras de los primeros 4 meses a todo el año, el resultado fiscal neto de recursos extraordinarios, incluyendo el pago de intereses, treparía a $ 50.605 millones. Y aunque el Gobierno podría recibir en todo el año unos 24.000 millones por las utilidades contables del BCRA y $ 8.000 millones los intereses del FGS de la ANSeS, quedaría un “rojo” de $ 18.605 millones”
Los $ 24.000 millones del BCRA que Hacienda como ingresos corrientes corresponden a la revalorización contable de los activos y títulos públicos por el aumento nominal del dólar y de los bonos que hubo en 2009. Son utilidades devengadas, pero no realizadas que pueden variar en más o en menos según la evolución de esas variables. Al contabilizarlas como ingresos corrientes, el Tesoro maquilla sus números y, al distribuirlas, el BCRA “monetiza” gran parte del déficit público, con su impacto inflacionario. Justamente esas transferencias fueron aumentando año tras año y eso no impidió que se deteriorara el resultado fiscal, incluyendo esos fondos.
Con la transferencia de la ANSeS se desvaloriza el Fondo de Garantía del sistema porque se utilizan intereses que deberían capitalizar dicho Fondo y se destinan al pago de nuevas prestaciones que, en parte, absorben planes sociales que antes estaban a cargo del Tesoro. Así el Fisco se alivia a costa del sistema previsional.
BCRA y ANSeS son las dos fuentes principales que sostienen la estructura fiscal deficitaria.
El año pasado, con ingresos extraordinarios del BCRA, la ANSeS y los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI por un total $ 25.000 millones, el déficit sumó $ 7.138 millones.
También Economía & Regiones, que dirige Rogelio Frigerio, proyecta un déficit financiero en 2010 de casi $ 18.000 millones, contando los $ 32.000 millones del BCRA y la ANSeS y “teniendo en cuenta que supone que no hay aumentos en la asignación por hijo” pues de disponerse un aumento, el déficit sería superior. De todas maneras E & R advierte que habrá que ver cómo evolucionan las transferencias discrecionales a las Provincias luego del Programa de canje de deuda alcanzado con 18 distritos.
Por su parte, NSH-Macreconómica afirma que aún cuando la recaudación tributaria se recuperará fuertemente en 2010 con la mejora del nivel de actividad, la cosecha récord y la suba de precios, el resultado primario, lejos de acrecentarse, se deteriorará porque el gasto primario seguirá subiendo por encima de los ingresos fiscales.
Este aumento del déficit fiscal se da porque, aunque hubo una mejora por el lado de los ingresos --la recaudación tributaria creció en estos 4 meses a un ritmo del 25% por la mayor actividad y la inflación-- el gasto también es sostenido y subió a más del 30%. Y en mayo el gasto habría pegado otro salto porque el Gobierno modificó la distribución del presupuesto con un aumento neto de $ 1.250 millones en los gastos corrientes y de capital de la Administración Nacional en su conjunto.
No obstante, el Informe del Banco de la Ciudad de Buenos Aires rescata que en abril hubo una moderación en el ritmo de aumento del gasto público convirtiéndose así en “el primer mes desde 2008 en el que el gasto crece a una tasa inferior a la de los ingresos, sin incluir entre estos últimos recursos provenientes del giro de utilidades del BCRA o del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES (tal como sí sucedió en el primer trimestre)”. Pero a renglón seguido, destaca que “la desaceleración del gasto primario respondió, entre otros factores, a los menores gastos de capital”, en tanto “las transferencias corrientes al sector privado (básicamente subsidios) siguieron creciendo a un ritmo elevado (49%), a lo que se sumaron remuneraciones (34%), y prestaciones de la seguridad social (28% )”.
Por eso, si se confirman las proyecciones mencionadas para 2010, el déficit del sector público nacional se incrementaría en forma nominal más del 50% ya que pasaría de $ 32.000 millones en 2009 a $ 50.000 millones en 2010. En términos del PBI se pasaría de un déficit del 2,4% del PBI en 2009 al 3,2% del PBI en 2010. Y si se suma el desequilibrio de las Provincias – otros $ 15.000 millones- el déficit consolidado Nación/Provincias superaría los 4 puntos del PBI.
Según la consultora Abeceb, “en vistas a las elecciones de 2011, se buscará sostener el mayor crecimiento del gasto posible, tanto como medida de impulso hacia la demanda como de estrategia de tejido político con los gobernadores”. De todas maneras, advierte “que se debilita uno de los “fundamentals” del modelo porque sin los fondos extras del BCRA y de la ANSeS, también hay déficit fiscal primario, antes del pago de los intereses”.
Todos estos números se proyectan cuando el Tesoro fue aprovechando por la fuerte suba de los precios la mejora “inflacionaria” de sus ingresos, en tanto mantuvo sin cambios el mínimo no imponible y los sueldos públicos y sobre todo las jubilaciones y otras prestaciones sociales están retrasadas y semicongeladas. Ahora, el inminente ajuste del mínimo no imponible tendrá efectos retroactivos a enero – abarca todo el ejercicio fiscal 2010- y las presiones de ajustes en sueldos y jubilaciones son cada vez más intensas.

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