domingo, 4 de diciembre de 2011

El 60% de los trabajadores en blanco cobra menos de $3.300

4 DIC 2011
El salario promedio de toda la economía es de $4.576. Se trata de los ingresos de bolsillo, luego de los descuentos por ley.

Por

Ismael Bermúdez

Aunque los aumentos salariales superaron a la inflación y hay más puestos de trabajo formales, el 60% de los casi 7 millones de trabajadores en relación de dependencia –4,2 millones de empleados– que están registrados o “en blanco” tienen un ingreso de bolsillo (descontando a la remuneración bruta los aportes de jubilación y salud) de menos de $3.300.

Con sueldos por encima de $10.000 mensuales hay 336.000 empleados (menos del 5%), aunque el ingreso de bolsillo es menor porque la estadística oficial no toma cuenta la deducción del impuesto a las Ganancias que, en proporción, ha ido creciendo por la desactualización del mínimo no imponible.

Los datos son de mitad de 2011 y corresponden a los sueldos declarados por las empresas ante la Seguridad Social que, en promedio, fueron de $4.576 mensuales. Incluye los sueldos del sector privado y también los del sector público nacional y de las provincias que transfirieron sus cajas jubilatorias a la Nación. Un año atrás, en junio de 2010, el promedio fue de $3.400, lo que implica en 12 meses una suba del 34,5%. A esos valores en algunas actividades o empresas deberían agregarse las sumas no remunerativas. Además, desde entonces, algunos sueldos tuvieron aumentos que no alteran en lo sustancial esta radiografía salarial en términos reales porque también siguieron aumentando los precios al consumidor.

De esta manera, buena parte de los que tienen empleos “en blanco” no ganan lo suficiente para comprar una canasta familiar que incluya bienes y servicios medios que se evalúa, para una familia tipo (matrimonio y dos hijos), en más de $4.000 mensuales. En muchos casos, si ambos cónyuges trabajan, el sueldo del matrimonio podría alcanzar o apenas superar el costo de la canasta familiar.

Aún así, de ese 60%, o 4,2 millones de empleados, una porción importante –1,5 millones– percibe menos de $2.000 mensuales, valores que no alcanzan para cubrir una canasta de pobreza. Si esta es la realidad de los ingresos de los trabajadores que están en blanco, más deteriorada es la de los casi 4 millones que están en negro con sueldos calculados entre un 30 y 40% inferiores a los formales.

Entre los que ganan más de $7.000 al mes de sueldo bruto hay 1,2 millones de empleados. Se trata de una franja de trabajadores que tiene los descuentos de jubilación y salud hasta el tope previsional, pero no tienen derecho al cobro de las asignaciones familiares, beneficio que se pierde cuando el sueldo bruto supera los $5.200 (valor actualizado a agosto de 2011), mientras están alcanzados por las retenciones del impuesto a las Ganancias. Ahora se estima que los alcanzados por el impuesto rondan 1,5 millones por los aumentos salariales otorgados después de junio.

Algunos datos Las actividades con los sueldos proporcionalmente más bajos son el sector agropecuario, comercio, enseñanza, actividades inmobiliarias, construcción y algunas ramas industriales. Los más elevados están en las ramas de producción más especializadas como petróleo o petroquímica.

La industria manufacturera encabeza el ranking por ocupación con un poco más de 1,2 millones de trabajadores, seguida por comercio, con 1.062.000. Otras ramas, como construcción, cuentan con 436.000 trabajadores registrados; agricultura y ganadería, con 331.000 y enseñanza, 418.000.

Con relación a fines de 2004, hay 300.000 trabajadores formales más, tanto en la industria como en el comercio, 170.000 más en la construcción, 100.000 más en enseñanza y 55.000 más en agricultura y ganadería.

De los casi 7 millones de asalariados, un tercio son mujeres, quienes, además, en proporción, tienen sueldos más bajos que los varones, debido a que se desempeñan en puestos menos jerárquicos. Por otro lado, es mayor la proporción de mujeres ocupadas en negro y, preponderante, en el servicio doméstico, que tiene un régimen especial. Sobre más de un millón de empleadas domésticas, las que están con aportes son 289.800.

Por edades, casi el 30% de los asalariados formales (1,9 millones) tiene menos de 29 años y un poco más de la mitad (3,8 millones), entre 30 y 49 años. El resto (1,3 millones) supera los 50 años. Con más de 65 años, figuran 90.400.

La baja proporción de asalariados formales jóvenes se explica porque una gran parte está desocupada y el resto se desempeña en negro. También impacta que 2,6 millones de jóvenes entre 18 y 29 años –un tercio del total– se declaren inactivos ya sea porque estudian y no trabajan o ni estudian ni trabajan.

Si a los dependientes se suman los monotributistas (1,1 millones), los autónomos (302.000), el servicio doméstico (289.800), el total de aportantes es de 8.836.000.

El mayor incremento en el número de aportantes se dio en la primera fase de recuperación luego de la crisis de 2001/02, cuando rondaban los 5.000.000. En diciembre de 2004, ya sumaron 6.000.000 y pasaron 8.000.000 en diciembre de 2008.

Desde entonces –dos años y medio– los aportantes aumentaron un 10%, en especial en la franja de los monotributistas y servicio doméstico ya que los asalariados en blanco crecen un 7%. De esos 8.836.000 aportantes, un poco más de la mitad tienen menos de 40 años. El 60% son varones y el 40%, mujeres. A su vez, con los cambios normativos, fue creciendo el número de monotributistas en detrimento de los autónomos.

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